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Microrrelatos 2015

Microrrelatos 2015

 

Habla de la tierra

 

La mujer le hace pasar, el hombre llega tarde como de costumbre.

-          ¿por qué no avisas cuando te retrasas? Me como el coco y empiezo a imaginar cosas raras…

-          No te inquietes, estoy aquí, ¿no?

-          Sí pero ayer no respondiste a mi llamada, ¿no viste la llamada perdida?

-          Claro, pero se me pasó, tuve un día muy ajetreado en el trabajo.

Ella le ofrece una copa de ‘Habla de la tierra’. Se sientan y degustan el vino.

Ella se ausenta al baño un momento y al volver le encuentra respondiendo un mensaje, ¿ya estás con tus juegos?

-          No, no, es un amigo que reprocha que fue su cumpleaños y lo olvidé.

-          Ya…

Terminan la cena y cuando él está desnudándose en el dormitorio, ella aprovecha el instante para mirar su móvil y su último mensaje.

 

-Márchate….-mientras entra a la habitación-

- y ¿ahora qué pasa?

- ¡que desaparezcas!

 

El hombre ya en la calle piensa en el desliz y en la huella que dejó en la copa apurando el vino. Hablando de sus cosas, más distendidos.

Ella mira la copa al recoger la mesa, y besa la huella de los labios   que él dejó aun húmeda.

El hombre piensa que esa huella permanecerá en la copa hasta que el detergente y el agua se la lleve en el fregadero. Será su última huella.

 

 

 

 

Mama Inés

 

-          Ay mama Inés, ay mama Inés, todos los negros tomamos café.

Sabina no sabía si realmente la letra es así, si dice mama Inés o María Inés.

Pero le da lo mismo, lo canta bien alto en la  terraza mientras riega las plantas, el caso es joder a su vecina Inés, años atrás confidentes amigas, pero ahora todo lo que hace es por molestarla, es lo único que le sirve de consuelo después de pillarla in fraganti con ex novio, un cubano mulato, claro, y que acabó con esa taza de café de un domingo de hace dos años ya.

-Ay mama Inés, ay mama Inés…

Sabina, sigue con el estribillo, mientras riega sus plantas en la terraza. Suena el timbre.

De pronto  y por el sobresalto, se enreda un pie con la manguera  y cae desde su 5º piso. Gritando: putaaaaaa!

Una grata sonrisa desde el 4º se mezcla entre gritos de otros vecinos que miran hacia la calle y transeúntes que se acobardan ante la escena.

Inés corre las cortinas.

1 comentario

martin -

Buenos y simpáticos!