Reseña en El camaleón fatigado -Revista literaria-

https://elcamaleonfatigado.wordpress.com/2018/10/28/fran-ignacio-mendoza/
Poeta y gestor cultural español, oriundo de Orellana la Vieja (Badajoz).
Ha publicado doce poemarios, entre estos: Terminal Babilonia/En aras de un susurro (1999). Las palabras justas/Pequeñas grandes máximas (2012) – La eternidad efímera (2012). El lenguaje interior (2015). Autopsia de la realidad (2016). Ritos pánicos (2017)
“Al leer los poemas de Final e inicio – El nexo constante, el flamante poemario de Fran Ignacio Mendoza, vemos que tienen la capacidad de hurgar en los miedos recurrentes. Están construidos usando como punto de partida nuestro miedo a la enfermedad y a la muerte, algo no abordado por el poeta en obras anteriores, también a la vida y sus pretensiones como parte de un ideario que remarca la determinación clara de Mendoza de adentrarnos en sus intereses emocionales.”
La Galla Ciencia, Jesús Manrique.
La vida y la muerte
Final e inicio consecutivo en toda forma de vida, todo organismo y toda materia. El nexo constante entre la vida y la muerte. La inextinguible rueda que no cesa, el ciclo del agua y de los seres que pertenecemos a ella y sin la cual no existiría este mundo. La unión entre lo que nace y lo que expira, el tratamiento a un síntoma que perjudica al organismo y la posible solución. Nexo entre lo sano y lo enfermo. Comunión intrínseca entre lo humano y lo vegetal. La química y el curso natural de los procesos. La muerte y, como consecuencia, la equidad y la impostura rayana en ocasiones a la ignominia, en coyunturas intransitivas y en derroteros que originan desajustes. Da lo mismo que el sol se apague y que la luna se opaque, en esta temible coalición, lo más cercano infiere más.
Aunque estés herido, aunque ya no estés.
Expansión
(poema en cinco partes)
I
Hace un segundo
que la maraña de tropiezos
me segrega
sustantivos en sábana,
un cauce imparable
que no aminora tensiones
ni reduce códigos
que mantenemos vedados.
Prosigue el sonoro cauce.
Hace un río que espero.
Hace un siglo que nieva.
Hace apenas una hora
que soñaba con tu beso.
Me parece un torrente
de tiempo-espacio
que se apodera de todo.
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