Presentación de 'Ritos pánicos' en la Biblioteca Publica de Cáceres
Víctor Manuel Jiménez Andrada
Desde que Pan ha muerto la naturaleza ya no nos habla, como ya anunció Plutarco hace siglos, coincidiendo con el ascenso del cristianismo, tan contrario a las fantasías. O no podemos escucharla. Pero el dios Pan no ha muerto del todo y se materializa en los impulsos libidinosos o en el deseo sexual más extremo, y también en las pesadillas: donde cunde el pánico allí se agazapa el dios Pan, ese dios cabra peludo y fálico, que cuando el alma se halla presa del pánico se aparece en forma de instinto que finalmente la volverá a conectar con la naturaleza, ya que Pan se revela a sí mismo como sabiduría de la naturaleza.
(Rubén Bonet)
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