Las palabras justas -Muestra-
Palabra Clave
El fin de la búsqueda es el amor.
Palabra clave para invadir
este terreno poblado de horror,
desesperanza y aglutinación.
Las guerras no tendrían lugar,
si en vez de armas,
cargásemos almas,
si en vez de metralla, disparásemos calor,
Si en vez de desolación,
instaurásemos otra mirada…
Otra vuelta de tuerca a la realidad.
Otra vuelta de tuerca a la realidad.
Forzar la rosca para recuperar la unión,
destapar los oídos para escuchar el silencio,
abandonar las redes que apresan todo impulso.
y bombear el motor de los orígenes.
Motor de Origen
Reside entre nosotros,
despertándonos a deshoras,
en forma de sueño, idea inconsciente,
o deseo desvirtuado.
Cohabita en los infiernos interiores,
resurge en situaciones adversas,
nos protege del peligro,
y nunca promete fidelidad.
Es la palabra que no llega,
el pensamiento desvalido,
la torpe insinuación en la carencia,
y el desparpajo en la frivolidad.
Es el motor de origen,
que bombea en muestro núcleo,
prostituido por la vida,
que fue adquiriendo sombra de fantasma.
Es la palabra paz sin contenido,
es el perdón deshonroso
que anula lo humano y lo poco digno.
La lágrima espesa.
La corriente imparable
de acumulación masiva,
de estereotipadas muecas,
desorden mental y vacunación inexistente.
Vive con nosotros
y nos aguanta,
se nutre de nosotros
hasta que su propulsión falle.
Palabra sonora
Se oye a lo lejos…
como el canto desconocido y elemental,
se va acercando con su estribillo enrevesado.
Lo empezamos a tararear entre labios…,
es la palabra más sonora del universo,
la palabra que abre puertas,
echa cortinas y te salva del peligro exterior.
Dentro de ti la palabra se reconforta,
encuentra abrigo y mediador
para deponer el sentido en tu voz.
Para traducir la belleza,
presente en cada hora…
Palabra segura, palabra de sueño
que el nómada va exhalando,
que los mendigos un día tuvieron,
que los perros persiguen por caminos
donde no hay vereda ni huella anterior
de antiguos caminantes.
Palabra sola en la niebla,
sola en la noche ya anciana,
opaca tras las dudas terrenas.
Frente a las deudas del alma.
Silente y sonora
como la gota en el estanque.
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